Cultura

Cuentos para acabar con las “desigualdades” desde la primera infancia

La maestra pinteña Ana Batres se lanza a escribir cuentos respetuosos “para acabar con las desigualdades desde la primera infancia”

Pone en marcha la web cuentosencantamagicos.com con el deseo de que algún editor interesado por este tipo de cuentos, actualmente muy de moda, la apoye.

Ana Batres, maestra de inglés en el Colegio Público El Prado de Pinto y madre de dos niños, se ha lanzado a la aventura de escribir cuentos infantiles bajo la premisa de la igualdad y el respeto.

Este tipo de cuentos, que actualmente están adquiriendo cada vez mayor importancia, tratan de promover la igualdad de género y normalizar las diferencias sociales que enriquecen la convivencia de las personas. De esta forma, los cuentos respetuosos contraponen esta visión con los cuentos tradicionales, en donde continuamente se ven trazas de valores poco igualitarios y se dibujan perfiles de personalidades que siguen la misma línea sin incluir variables.

Ana Batres ha comentado que ya ha escrito varios cuentos, “el primero de ellos, ´Yo no soy una princesa´, está tan solo a falta de finalizar las ilustraciones y a la espera de contar con la colaboración de alguna editorial”. La profesora de inglés y escritora, espera que sus cuentos “encanten a los más pequeños y les ayuden a soñar” y añade: “para mi es fundamental que las personas adultas que cuentan los cuentos a sus pequeños les den libertad de elegir ser como ellos quieran sin poner etiquetas establecidas históricamente por la sociedad”.

La escritora de los llamados “cuentos respetuosos” también ha puesto en marcha para promocionar su original iniciativa la web cuentosencantamagicos.com en la que explica “qué son este tipo de cuentos”. Además, cuenta con un blog educativo en donde manifiesta a través de artículos los aspectos positivos que tiene “contar cuentos en general a los niños y a los no tan niños”. El blog está especialmente dirigido al colectivo de padres, madres y educadores, y espera

según Ana, “ser un lugar de encuentro e intercambio de opiniones entre éstos”.

Ana Batres confía que su iniciativa cuente próximamente con una editorial que le respalde y le ayude a plasmar en papel toda una colección de cuentos hechos y pensados para los niños del

Siglo XXI.

Susana Guindo

Susana Guindo

Diplomada en Ciencias Empresariales por la Universidad Complutense de Madrid.
Directora de la Escuela Superior de Protocolo, eventos y comunicación ESSPEC
Máster en Protocolo y Organización de eventos por la Universidad Complutense de Madrid.
Máster en Comunicación Corporativa y Estrategia Empresarial por la Universidad Isabel I.
Relaciones públicas y Protocolo por la Escuela Europea de Asturias.
Directora y Responsable de Eventos de La Voz de Pinto.

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3 Comments

  1. Angel
    13 mayo, 2016 at 18:04

    Gregorio en casi todo de acuerdo. Solo decirte los círculos y asambleas son tan válidas cómo lo que dices, Hoy en los tiempos que estamos los círculos y asambleas están sacando halos inmorales y corruptos de esta sociedad, Tengo la convicción que seremos la sociedad votando y echando al mentiroso y ladrón, En los tiempos que nos atacado vivir de tanta mentira ya la sociedad no aguanta más.

  2. Gregorio
    12 mayo, 2016 at 15:06

    Con todo el respeto, por qué acabar con las desigualdades? La desigualdad no es mala, es lo que nos ha hecho avanzar como especie. Las personas con desigual: talento, ambición, espíritu de sacrificio, capacidad de trabajo, etc… son las que han hecho posibles los logros de nuestra civilización (la occidental quiero decir, el resto son respetables, pero -sorpresa- tampoco son iguales..) El caso es que todos somos iguales en dignidad, en eso hay que ser intransigente y no se debe admitir que se discrimine por raza, extracción social, orientación sexual o ideas políticas. Asimismo, se debe garantizar por el estado que cualquier niño/a con talento, capacidad, aspiraciones desiguales, pueda desarrollarlas al máximo reforzando su falta de igualdad respecto del resto: menos dotados, más conformistas o simplemente más mediocres. La realidad, es que forzar la igualdad sólo conduce a resultados mediocres para el conjunto, la razón es evidente…uno no puede hacer más listo al que nace tarugo, pero sí puede convertirse a alguien con potencial en un tarugo: redes sociales (usadas sin criterio) videojuegos, música y televisión embrutecedora…. en fin, el pan nuestro de cada día. Igualdad forzada es igualdad por abajo, igualdad en la mediocridad. Los círculos y las asambleas son muy bonitas y divertidas, pero de ninguna sentada o botellón libertario ha salido ninguna patente, invención o contribución intelectual al desarrollo y supervivencia de nuestra especie.

    • 13 mayo, 2016 at 12:38

      Perdona, acabar con las desigualdades significa que cada persona tenga los mismos derechos y deberes y a lo que tu llamas desigualdad yo le llamo: “diferencias con las cuales no podemos hacer nada” porque nacemos con ellas, por lo tanto las diferencias no son lo mismo que las desigualdades , todos tenemos los mismos derechos a las mismas oportunidades.
      un saludo.