Opinión

El voto útil

El próximo 26 de junio los españoles tendremos la oportunidad de elegir la composición de una nueva Cámara Baja, de un nuevo Parlamento que, a su vez, tendrá la obligación, que quede claro lo de obligación, de elegir un Gobierno para dirigir un país en el que viven alrededor de 47 millones de personas. Este artículo tiene que ver con eso: voy a pedir el voto, pero no el voto para mi formación, UPYD, sino para el partido con el que os sintáis más identificados, simplemente voy a pediros que este domingo votéis. Sé lo difícil que es esto, ya que a lo largo de esta campaña me he encontrado con muchas personas decepcionadas, cansadas del espectáculo dado por la nueva y la vieja política, como si importaran más los años de un partido que su calidad.

Recuerdo cuando comencé a participar en política a los 16 años. A mí me costó muchísimo hacerme un hueco, nadie que no fuera de mi partido (ellos sí se portaron muy bien conmigo) me escuchaba por ser joven, por tener poca experiencia. Mis ideas valían poco para el resto de fuerzas, al parecer. Ahora vemos una sociedad que hace exactamente lo contrario: discrimina a los políticos que son mayores, como si la edad fuera algo inversamente proporcional a su calidad política. Cualquiera que sienta curiosidad en política podrá ver que incluso en Pinto tenemos y tuvimos grandes líderes de distintas ideologías que, sin ser jóvenes, son magníficos maestros (al menos yo puedo presumir de haber aprendido de ellos): Paco Mojarro, Rafa Sánchez, Jacinto Rodero, Federico Sánchez, Fran Pérez, Julio López Madera… No se me caen los anillos si digo que la mayoría de lo que sé me lo han enseñado ellos, los mayores, como Rosa Díez, Carlos Martínez Gorriarán o Fernando Savater. También los hay y ha habido jóvenes: Contreras, Ana Romero, Alejandro Patiño, Tania Espada, Consoli Astasio… Grandes políticos de centro, derecha e izquierda, de todos lados, preparados para llevar a cabo sus principios. Y, para mi desgracia, me he encontrado con políticos, jóvenes y mayores, de los que me avergüenzo. Con esto quiero decir que no miréis este domingo cuántos años tiene el partido al que vais a votar, ni la media de edad de sus componentes. Eso no vale para nada.

Habréis visto que en los nombres que he dado hay mujeres y hombres, religiosos y ateos, de una procedencia u otra… Tampoco perdáis el tiempo mirando esas cosas a la hora de votar. Eso no vale para nada.

La segunda cosa que más veo en la calle, no me duele menos que la primera, es la cantidad de gente que no va a votar a un partido porque “no va a salir”. Sí, el voto útil. Partidos como PACMA, VOX y UPYD quedaron sin representación las pasadas elecciones por su culpa y el de la ley electoral. Permitid que hable de lo que sé. La pasada legislatura cada voto para UPYD sirvió para luchar contra la corrupción: hemos sido el único partido que ha denunciado casos como Bankia, las black, las preferentes y otros más locales como el gasoil (del cual, en breve, podremos decir que UPYD y Ganemos Pinto han llegado a buen puerto en este asunto). La mayoría del resto de casos, con la retirada de los mismos por UPYD por falta de recursos al no tener representación, han quedado sin defender. Nadie ha cogido el relevo a nivel nacional. De hecho, estos 6 meses no han sido utilizados para luchar contra nada ni por nada, simplemente para dar espectáculo. ¿Ha sido útil el voto a los cuatro grandes, entonces? ¿Útil para quién y para qué? Sé perfectamente que hay votos arriesgados, pero si todos los que dicen “me gusta el partido x pero no va entrar” votaran al partido x, dicho partido tendría más de un escaño en el Congreso. Y, que quede claro, cada escaño que no venga de la política del circo servirá para hacer política que no defraude, política de ideas y obligará al resto de los diputados a dar ejemplo y comportarse.

Este domingo las opciones son tan numerosas como siempre, eso no cambia. Lo que sí puede cambiar es la forma en la que se vota. Votad lo que queráis, pero votadlo. Si estáis contentos con los hechos de algún partido de los cuatro principales, no tengáis ningún complejo a la hora de votarlo. Pero no os humilléis: si hay algún partido que os ha convencido, por muy pequeño que sea, votadlo, porque cada voto vale para cambiar las cosas, para seguir luchando por sus ideas. Si hay partidos sin representación, como UPYD, PACMA o VOX, que hemos logrado grandes cosas sin tener nada, no puedo imaginar lo que podríamos hacer con escaños. No miréis la edad, el género, los gustos sexuales, la religión… No hagáis cálculos… El verdadero voto útil es aquel que no decepciona, aquel que te hace saber que has hecho lo que has podido por acercar España al estilo de país que tú quieres. Eso es lo único que vale.

Javier Bedmar

Javier Bedmar

Nací en el 94. Progresista, europeísta y católico. Ingeniero de materiales.
No dejemos nada por imposible y no dejemos de sonreír.

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