Opinión

Juana está en mi casa

Está en casa de cualquier persona que por convicción, compasión o por simple razonamiento, no concibe un sistema en el que se otorga a un maltratador el derecho a ser partícipe del futuro de una familia a la que no quiso dar un futuro digno. Está en casa de quien considera una locura que quien esté en busca y captura sea Juana por proteger a lo que más quiere en este mundo, y no quien le arrebató años de vida a base de golpes. Está también en casa de todas aquellas valientes que plantaron cara al monstruo y lo derrotaron, pero también está con aquellas que perdieron su vida porque fueron calladas con golpes y amenazas. Está en casa de todas aquellas Juanas que, por desgracia, hay en todo el mundo. A ellas precisamente les digo: también estáis en mi casa.

También quiero decir, más bien gritar: “Yo soy Juana”, pero también soy las otras 34 mujeres que han perdido la vida a manos de hombres que menosprecian la vida de personas que no se merecen. Soy todas aquellas mujeres que sufren los abusos, no solo de su pareja, si no de un sistema injusto y atrasado, que no ofrece soluciones a esta lacra llamada violencia machista. Un sistema que no debería entender de colores políticos o ideologías, tampoco de corazón o de sentimientos. Un sistema en el que solo tuviese cabida la lógica, la cual parece haber perdido por completo la justicia en un mar de torpeza e incongruencias que hacen de esta situación una caricatura propia de la Edad Media, dejando los derechos del más débil a merced de la locura.

Y es esta lógica la que me hace avergonzarme de aquellos que se presentaron en el juzgado con carteles con la frase: Stop Feminazis. Pues bien, si ser feminazi es defender los derechos de las mujeres y querer un mundo más justo en el que ser mujer no sea un impedimento, pero tampoco una ventaja, yo también soy feminazi.

Por último, quiero pedir perdón a toda aquella mujer que considere que este artículo no es suficiente o que incluso pueda molestarle porque, seguramente, al no ser mujer no entienda su situación, pero de corazón os digo que solo intento aportar mi granito de arena a vuestra causa: la lucha por la igualdad.

Jorge Lezana

Jorge Lezana

Estudiante de Economía. Amante del baloncesto, la política y la buena música. Escribir es la forma que tengo de poner voz a aquello que considero injusto.

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