Opinión

Moción «Sí a Rajoy»

«No a Rajoy», principal lema de las campañas de Pedro Sánchez (PSOE) y Albert Rivera (Ciudadanos) para las elecciones generales de 2015.

Y el planteamiento es lógico: no se puede hacer presidente al responsable del partido más corrupto no ya de España, sino de Europa. Ya se proclame de centro-izquierda o de centro-derecha, no puede pasar como un partido político respetable aupando al Poder Ejecutivo a otro que está inmerso en más de 30 casos de corrupción, con más de 800 dirigentes imputados (o en prisión) y que ha ganado elecciones gracias a chanchullos con grandes empresas del país.

Todos sabemos que al final fue «Sí a Rajoy». Ante la alternativa de que el tercer partido más votado del país tuviera poder de decisión, mejor el partido de la corrupción. «Las formas» de Unidos Podemos (UP), y no PSOE y Ciudadanos claro, auparon al PP, ganador de las elecciones pero no legítimo partido de gobierno por derecho en un sistema parlamentario; y ahora le sostienen con uñas y dientes. La situación judicial del PP, lejos de mejorar, ha empeorado con más casos como el de Murcia o la Operación Lezo. Aun así, desde octubre de 2016 que Rajoy tomó posesión del cargo, no ha habido ningún acto de oposición real y efectiva contra el Gobierno hasta la presentación de la moción de censura por parte de UP.

Supongo que la mayoría de nuestros diputados y diputadas entienden que un ladrón se reinserta vagando a sus anchas en unos grandes almacenes, porque las reacciones ante dicha moción han ido al detalle de «las formas» y no de las posibilidades. Mientras dirigentes del PSOE lo analizaban en base al tacticismo político y pasaban a la crítica destructiva, Ciudadanos lanzaba una oda al Gobierno que ni cumple sus pactos y defendía acción jurídica en detrimento de la política; es decir, mientras los casos estén en la justicia dejemos al ladrón en los grandes almacenes. Parece que les preocupa más saber en tiempo y forma qué pretende UP que atajar el desfalco y promover nuevas políticas. Porque, además, seguro que si UP, antes de anunciar la moción, negocia con ellos no habría filtraciones a los medios, que por supuesto no se encargarían de ridiculizarlo mientras PSOE y Ciudadanos pactan en paralelo para vetar a 5 millones de votos de poder influir en el cambio del país. Por otro lado, que las acciones de UP tengan carácter táctico además de político, es algo solo de los podemitas, sin duda. Los demás son todos tecnócratas sin intención política. Como Susana Díaz, la misma que promovió el golpe contra su Secretario General, preguntada por la moción de censura, le evoca para criticar a UP mientras ordena a la gestora de su partido que mantenga a Rajoy.

Rebuscadas ya todas las excusas y habiendo llegado incluso a la descalificación, preguntemos a PSOE y Ciudadanos algo que parece que no les importa: ¿la moción de censura es necesaria? La moción de censura es justa, legítima, necesaria y urgente. El PP tiene que abandonar democráticamente las instituciones que ha usado en su beneficio durante años y repensarse como partido al calor del resto de grupos de la oposición. Hay que acabar con la moción incondicional del Sí a Rajoy.

Saul C. Alises

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