Opinión

Una sutil amenaza

Según algunos de los grandes empresarios, periodistas y políticos de este país, es primordial que Podemos no esté en ningún pacto de gobierno. Esto es un desprecio a sus votantes, que son millones, votantes que presentan un perfil medio que se podría definir como “joven, profesional cualificado y con alto nivel de estudios“, no lo digo yo, lo dice el CIS. Así de sana está la democracia en España.

El último en decirlo ha sido Villar Mir (marqués de Villar Mir); candidato a presidente del Real Madrid, ex ministro de Arias Navarro, presidente del grupo Villar Mir al que pertenece la constructora OHL, imputado por amañar concursos de adjudicación junto al hoy recluso Jaume Matas. Su constructora se benefició (como todas las grandes) durante la burbuja inmobiliaria y ha recibido adjudicaciones a dedo, ¿por qué tenemos que oír tal desfachatez de quien tiene tanto que callar?. Este señor está viendo como las acciones de su empresa caen de manera brutal debido a la poca confianza que  su gestión despierta en  los accionistas (y eso que no gobierna Podemos). Parece ser que tiene la intención de apartarse de la primera línea,  supongo que ya se siente libre para soltar públicamente estas perlas. Otros patriarcas del IBEX-35, dicen lo mismo pero solo a quiénes se lo tienen que decir. A menudo no hace falta que digan nada, tienen esbirros bien posicionados con la lección aprendida. Su influencia se está viendo estos días.

¿De verdad nos vamos a creer que la aprensión de estos señores y señoras a que Podemos tenga cuota de poder se debe a un deseo de defender lo público, la estabilidad del país y el bien común?, ¿No insulta esto nuestra inteligencia?. Su miedo se debe a que saben que un aumento del poder político de la izquierda podría ocasionarles una proporcional pérdida de influencia sobre las instituciones, influencia que ejercen sistemáticamente desde hace décadas.

En España Existen dos grandes tipos de corrupción económica; una, la de la “mordidas“, que salpica los medios día tras día, muy burda y especialmente sangrante por sus formas y por ejercerla personas elegidas en las urnas, y otra que tiene poco de “mordisquitos”, más bien es de grandes banquetes; adjudicaciones de obra pública, (a veces innecesaria), control de los suministros de dinero, agua, luz, gas, telecomunicaciones, transporte, alimentos, etc. Mismos perros con distinto collar, apenas compiten entre ellos pues somos muchos millones de clientes y con pocas posibilidades de escaparnos de su control. Deciden los precios y las condiciones a su gusto, a menudo se mueven en la frontera de una legalidad hecha a su medida y los políticos hacen la vista gorda, ya girará la puerta. El PSOE, con la ayuda de los inmaculados Ciudadanos, defensores de la decencia, probablemente atacarán la corrupción de las mordidas, pero no le van a tocar un pelo a la otra, que es además la que les está impulsando para gobernar. Para Ciudadanos no hay caso y el PSOE ha convivido con ese panorama durante tanto tiempo que parte de su estructura está fusionada con él.

Cuando oigo decir a estos oligarcas y a sus voceros que si llegara a gobernar Podemos y demás “izquierdas radicales” estaríamos perdidos, no puedo evitar pensar que probablemente tengan razón, porque tras esos mensajes subyace una extorsión, mucho más sutil pero de naturaleza similar a la que emplea la mafia cuando te avisa del peligro que corres si deja de protegerte, de protegerte de ellos mismos.

Javier Fernández Rojo

Javier Fernández Rojo

A pesar de mis filiaciones políticas pretendo ser un ciudadano librepensador. Militante de Equo Pinto y Ganemos Pinto.

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