Opinión

Ya basta

Que un partido cumpla lo que dice en su programa es algo que, sea algo habitual o no (no me meteré ahora en eso), no debería sorprendernos. Sin embargo, lo hace. El hecho de que Ganemos Pinto dijera que, por fin y, sí, digo por fin, va a quitar la ayuda pública que hasta ahora han recibido los espectáculos con toros parece que ha despertado, no sólo sorpresa, sino algunas actitudes que chocan con ciertas cosas que ya tenemos que tener bastantes claras. Sin poder ir al pleno, sí tuve la oportunidad de palpar cómo estaba el ambiente al pasar por la plaza del Ayuntamiento y ver a toda la gente que había sido desalojada del salón de plenos. Daba pena y no era nada al lado de lo que sucedió al comienzo de la sesión, vistos los distintos vídeos que circulan por la red. Todo esto despertó en mí una serie de sensaciones.

A una sesión plenaria no se va a hacer el payaso. Y no, ni dos, ni diez, ni veinte, ni cien personas, ni las que sean tienen derecho a intentar reventar un pleno. Me da igual el número de ciudadanos allí: Si las 150 personas que dicen algunas fuentes que estaban en el salón de plenos se hubieran puesto de acuerdo tampoco tendrían derecho alguno a obstaculizar una sesión de carácter democrático que representa a los 50.000 pinteños que vivimos aquí. Se pongan como se pongan. Los 21 concejales reunidos allí ya hablan por los 50.000 pinteños y si no gusta su trabajo hay una oportunidad de cambiarlos a todos en dos años. No hay más.

Lo dicho anteriormente viene a significar que, entre otras cosas, usted no puede hacer lo que le dé la gana sólo por vivir en democracia. Usted no tiene derecho alguno a paralizar el pleno poniéndose de pie e informando a los asistentes sobre las veces que ha estado en los países de nuestros vecinos de ultramar y comentar la situación. Seguramente con usted coincidiría en la mayoría de cosas, pero no tiene derecho a hacerlo para fastidiar una sesión plenaria.

Usted no tiene derecho a explicar que para usted el patriotismo consiste en respetar las tradiciones. Me da igual si a usted le parece muy española o no la tradición comunitarista que tenemos los países latinos frente a la individualista de los anglosajones. Me da igual si para usted la inquisición era muy española o si los toros son una tradición a preservar o no: lo importante en un salón de plenos es escuchar a nuestros representantes, dejarles debatir, dejarles hablar, dejarles proponer medidas para mejorar Pinto. Si usted quiere expresarse hay un montón de cauces que no consisten en reventar un espacio democrático. Incluso sin ser concejal se puede hablar si se solicita al final del pleno para proponer medidas que puedan mejorar Pinto como hice yo.

Y, por supuesto, usted no tiene derecho a insultar al alcalde. No tiene derecho a decirle que es el peor comunista de todos porque o es no tener ni idea de lo que se está diciendo o mentir. No tiene derecho a decirle que Dios le ha dado lo que se merece porque sólo por decir eso demuestra lo poco cristiano que es. No. Usted no tiene derecho a meterse con quién le dé la gana porque no piense como usted. Seguramente que el que lea esto (la mayoría de personas taurinas o no) lo tenga claro, pero hay gente que no. A las pruebas me remito.

Y todo esto porque Ganemos Pinto, por fin, ha decidido cumplir con su programa y quitar las ayudas a las fiestas con toros. Aplaudo a Ganemos Pinto que cumpla con lo que dijo de la misma forma que aplaudo al Partido Popular por cumplir con lo que dijo. Ambos, a pesar de tener posiciones contrarias han mantenido su palabra y hay que saber reconocer que eso, al fin y al cabo, es muy sano para la democracia. Es momento de animar al PSOE y a Ciudadanos a que se pongan de acuerdo y que se vayan aplicando lo que dijeron sus cabezas de lista años atrás, en campaña, y cumplan con lo dicho conlleve lo que conlleve, aunque eso implique que les llamen comunistas y antipatriotas.

Me gustaría acabar con algo que quiero hacer. Ojalá pudiera reunir a los concejales del PP, del PSOE y de Ciudadanos para hacerles una pregunta. Abandonaron el salón de plenos porque a una concejala del PP se le obligó a retirar un cartel apoyando las ayudas a la tauromaquia. No era la primera vez que un concejal se encontraba en esa situación: el alcalde pidió retirar en otra ocasión otro cartel a un concejal de su grupo. Y se retiró y punto. Como la concejala no quiso retirar el cartel (algo que está en el reglamento del pleno) fue expulsada. Normal, no es algo raro. Entonces el grupo del PP decidió abandonar el pleno porque vieron que el hecho de que el cartel no estuviera bien valía el no cumplir sus funciones como concejales. Y detrás el PSOE. Y detrás Ciudadanos. La pregunta que me gustaría hacer a esos 14 concejales que no cumplieron su función es ¿por qué se infravaloran tanto? ¿Por qué piensan que ellos, 14, valen tanto como un trozo de papel? Los 14 juntos, claro. 14 concejales que no cumplieron con su función de aprobar medidas para mejorar la vida de sus vecinos y su propio pueblo. ¿Acaso el alcalde hizo algo que su predecesora no hubiera hecho multiplicado por 10?

No me meteré en si me gusta la medida o no. Viendo los vídeos, los comentarios, los insultos entre vecinos, ese ansia de confrontación, esa violencia verbal se ha logrado que el tema de toros sí o toros no, por desgracia, quede atrás… ¿Cómo en el salón donde la democracia es más cercana a la gente puede haber tan poca vergüenza?

 

Javier Bedmar

Javier Bedmar

Nací en el 94. Progresista, europeísta y católico. Ingeniero de materiales.
No dejemos nada por imposible y no dejemos de sonreír.

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2 Comments

  1. SLH
    2 junio, 2017 at 16:22

    Enhorabuena por el artículo.

  2. Lucia
    2 junio, 2017 at 14:39

    Señor Javier Berdmar. Se pude decir alto y fuerte, lo que dice en su articulo. En todo de acuerdo. Un fuerte abrazo.