Sociedad

Agreden a una voluntaria de Perrigatos en apuros

Yolanda Ortiz, una de las voluntarias de la protectora Perrigatos en apuros ha sido presuntamente agredida cuando iba a rescatar a un perro junto al Centro de Salud. Eran las 13:10 horas del pasado 15 de abril cuando la afectada recibe una llamada de una persona conocida donde le avisaban de que un perro llevaba más de una hora abandonado en la puerta del Centro de Salud, sito en la Calle Marqués de Pinto. Diez o quince minutos después, la voluntaria llega al lugar de los hechos y observa que hay una cachorra de unos 4 o 5 meses de la raza American Standford negra con el pecho blanco, que potencialmente no era peligrosa, tumbada. El animal no presenta ni collar, ni correa, ni indicio alguno de ser de alguna persona que se encuentre en el lugar. Además, al pasarle el lector del chip descubre que el animal carece del mismo.

La voluntaria decide entonces coger a la perra e introducirla en su vehículo, donde también viajaban sus dos hijos, para entregarla a la Policía Local y que se active el protocolo habitual en estos casos. En ese momento, tres individuos; dos hombres y una mujer de entre 20 y 25 años se dirigen corriendo desde la Avenida de España hacia ella gritando: “¡Es mi perro!, ¡Es mi perro!”. Una vez que llegan al lugar le piden a la voluntaria que les entregue el animal de muy malas maneras y ella les dice que va a llevarlo a la Policía y que deben acreditar que el animal es suyo. “No sé si será suyo o no, si es suyo tienen que acreditarlo porque puede ser suyo, mío o de mi prima la del pueblo”, recuerda Yolanda en declaraciones para La Voz de Pinto. Según la voluntaria este tipo de perros sólo los quieren para venderlos, reconoce que no puede asegurarlo pero que es lo más habitual, que crían con el único objetivo de poder venderlos después.

La voluntaria se decide a cerrar la puerta de su coche y marchar a dar parte a las autoridades, sin embargo, uno de los tres individuos le agarra del brazo y no le permite que cierre la puerta para que no se vaya. Sus hijos que se encuentran en el coche están muy nerviosos y empiezan a llorar. Entonces, uno de ellos abre la puerta de atrás del vehículo, coge a la perra y se marcha corriendo por la Calle de la República Dominicana, en dirección al Ayuntamiento, poco después, el que la tenía sujeta la suelta y huye. Yolanda se monta en el coche e intenta perseguirles, pero los pierde de vista. “Es como si me la hubieran sustraído, porque desde el momento en que entra en mi coche, la perra es responsabilidad mía”, explica Yolanda. Había muchas personas y se montó un gran revuelo, por eso, desde Perrigatos en apuros están buscando a testigos que ayuden a la identificación de los tres implicados.

Al perder la pista de los individuos, vuelve al Centro de Salud y allí le cuenta a los agentes de policía, que estaban allí, lo que había sucedido. Tras conseguir el parte de lesiones pertinente que demostraba que tenía un hematoma lineal de 2-3 centímetros en la cara interna del codo derecho y otro hematoma lineal de 4-5 centímetros en la cara anterior del brazo derecho por la fuerza con la que la habían retenido, se dirige a las dependencias de la Guardia Civil e interpone la denuncia por los hechos acaecidos. La afectada no sabe si han conseguido localizar a las otras tres personas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Desiree Panadero

Desiree Panadero

Periodista.

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