Sociedad

Ecologistas en Acción de Pinto apoya la eliminación de subvenciones a los festejos taurinos

Ecologistas en Acción de Pinto ha manifestado su apoyo al nuevo gobierno por la decisión de suprimir las subvenciones a la tauromaquia otorgando como principal motivo “el maltrato que en ellos se realiza a los animales”. Por esta razón, esta federación ha querido recordar algunos fragmentos del manifiesto por los derechos de los animales y la abolición de las corridas de toros que son apoyados junto con otras organizaciones ecologistas y de defensa de los animales:

“La ética ecológica nos abre a una nueva visión del dolor y del sufrimiento, que ha permanecido cerrada durante mucho tiempo, para gran parte de la humanidad. Los animales sienten y sufren, y, por ello, deben ser sujetos de derechos”. Afirman que las Corridas de Toros, “son una representación cruel y violenta —que implica el maltrato público, la muerte y tortura de un mamífero, convertida en espectáculo—, con lo cual debe desaparecer del horizonte de lo ético y legalmente aceptable en nuestro país. Ninguna sensibilidad mínimamente progresista y compasiva puede disfrutar con la tortura pública de un animal”.

“Es inadmisible intentar legitimar esta práctica, con argumentos como la tradición o lo estético, en una sociedad moderna, pluralista y democrática. Nadie, en ninguna otra situación, admitiría que el placer estético o la tradición son fuentes de legitimación de acciones que dañan gravemente a otro. Con lo cual, tampoco es admisible que, con estos “argumentos”, se intente justificar el daño a un animal. Ni la tradición ni el arte legitiman moralmente. Como tampoco lo hace el pretexto de conservar al “toro bravo”. Los “toros bravos” no son una especie – a lo sumo son una raza -, y pueden conservarse, como otras muchas razas y especies, sin necesidad de maltratarlas. La biodiversidad no depende de la tauromaquia, sino de políticas sostenibles efectivas”.

Por todo ello defienden la abolición de las Corridas de Toros así como la eliminación de ayudas y subvenciones por parte de las administraciones públicas para dichos espectáculos; argumentando que “en España, no habrá una auténtica cultura de respeto y protección de los derechos de los animales, hasta que no se haya cerrado la última plaza de toros”.

Sandra González

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