Opinión

Izquierda Unida: Convidado de piedra

Tirso de Molina en su El burlador de Sevilla y convidado de piedra, trata la seducción falsa que tanto ha condicionado la relación entre personas. En política, el caso de IU en Pinto es un ejemplo directo y sencillo de lo que un partido político no debe hacer en este sentido; un paradigma del resultado de supeditar los objetivos colectivos a los intereses personales. Es un caso de estudio en las facultades de ciencias políticas.

Poco hay que decir, salvo que este partido tratará inútilmente de resurgir de unas cenizas demasiado espesas que se acumularon durante años ante la incomprensible pasividad de sus dirigentes en la Comunidad de Madrid.

Ya no vale la pena abundar sobre el pasado, sobre el uso de unas siglas para intereses ajenos a lo que estas siglas quieren representar en la realidad. Sin embargo, las personas que van a depositar su voto, han de saber que el contenido de un programa se debería contrastar con dos referencias fundamentales: El grado de cumplimiento de dicho programa en anteriores periodos, y el nivel de concreción y explicación de los compromisos. Si echamos la vista atrás sobre los programas de IU, se constata con facilidad, desde 1987, un convencionalismo impropio de un partido de izquierdas, además de una falta de ideas de progreso real, de adaptación a la inevitable evolución que se impone tatas veces de forma inevitable. Esto provoca una ambigüedad poco garante de sinceridad. Así que, a falta de conocer el próximo programa electoral, el currículo es poco alentador.

Por eso, no será IU quien puede representar la necesidad que tiene la ciudad de Pinto de un cambio en el modo de hacer política, en la conformación de la política participativa, en la importancia de tres políticas imprescindibles: la fiscal, la gestión de lo público y la educativa/cultural en todos los ámbitos. Y para ello se necesita sobre todo ejemplaridad, algo que IU de Pinto tendrá que recuperar, para lo que se necesita más tiempo que el queda hasta las próximas elecciones.

Hace muchos años que IU de Pinto no cuenta con mi voto, y así seguirá siendo de momento, algo que no puedo decir que me satisfaga; pero, por encima de las siglas, están los valores que han de definir un posicionamiento político con el ser humano como centro; por encima de las personas están los proyectos colectivos; y por encima de los proyectos colectivos está la verdad y su búsqueda.

Por tanto, la difícil posición de IU –su joven candidato no es responsable- se resume en que tendrá que esperar otros cuatro años, que tendrán que utilizar en planificar una verdadera recuperación: nuevas personas, nuevas ideas, nuevos modos de hacer para convencer. La sombra del pasado es demasiado alargada.

José Luis Esparcia

José Luis Esparcia

Escritor

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