Opinión

Los peones se están moviendo

Desde luego que, como era previsible, el panorama político madrileño ha cambiado. El tablero de juego sigue siendo el mismo, pero las piezas se han movido. En esta partida el Ibex35 observa con atención cada movimiento de su rival, las candidaturas de unidad popular que han hecho volar por los aires la hegemonía conservadora, esa hegemonía que permitía que “el partido Bankia” siguiese saqueando y expoliando los recursos públicos a costa de contratos con las administraciones. Ni siquiera “la Operación Globo”-que consistía en inflar a Ciudadanos en las encuestas para movilizar el voto de castigo del PP hacia este “nuevo” (jaja) partido de derechas- ha servido, ya que ha resultado ser un fracaso en expectativas electorales, no así en posibles pactos. Queda claro que aunque gane el PP por ser la lista más votada es en parte a que su electorado está mayormente compuesto por las generaciones educadas en el franquismo donde su cosmología social está impregnada de hegemonía cultural y política de derechas. Esa dictadura fascista ha tenido como consecuencia una generación de conservadores que no cuestionan que su partido referente sea corrupto de raíz. Al elegir a corruptos dejar de ser víctima para ser cómplice.

Las fuerzas progresistas son realmente las vencedoras. Manuela Carmena, es previsible que sea la próxima alcaldesa de Madrid con el respaldo del PSOE. Parece ser que el PSOE pretende, como en todas las épocas electorales, girar de nuevo hacia la socialdemocracia y abandonar el liberalismo-social. Este escenario, de liquidación de la figura y “Leviatán” político Esperanza Aguirre, ha hecho que el PP dé por perdido el Ayuntamiento de Madrid. Esperanza Aguirre se presentaba sin ningún compromiso con los ciudadanos, ya que no presentó programa electoral porque “no iba con ella y nadie se lo lee”. Se nota que siguen creyendo que la calle es suya. Esperemos que no se produzca un Tamyazo II, que conociendo el juego sucio de la derecha no me sorprendería. Hay que recordar que el PP ha tenido este resultado pese al pucherazo y fraude de que en estas elecciones 2.000.000 (sí, dos millones) de españoles no han podido ejercer su derecho al voto por correo al residir en el extranjero por las trabas del Gobierno del PP. Mayormente son emigrantes por motivos económicos que no pensaban votar al PP.

En Pinto se ha producido un escenario similar. El ganador moral, palabras de la candidata del partido M – también conocido como PP en tiempos no electorales- es Ganemos Pinto, la candidatura de unidad popular. Y aunque se salte el primer punto del programa electoral bajo petición popular, votado y ratificado por su órgano soberano, la Asamblea, tiene presente un momento histórico al que debe estar a la altura y no será fácil. No solamente en la cuestión de administrar el consistorio de una forma alternativa y por su programa de rescate ciudadano, sino en la cuestión hegemónica. El PP ha vivido en Pinto acosta del victimismo ante la moción de censura del famoso Tripartito. Ha sabido sacar rédito gracias al apoyo de algún editorial privado con aires de Pedro J Ramírez (guiño guiño). Ganemos Pinto tiene que crear hegemonía cultural a través de las instituciones con políticas sociales a los sectores populares que han sufrido más la crisis, apoyando a los movimientos sociales ofreciendo apoyo logístico y siendo también un altavoz de los mismos, mediante la pedagogía política en la cuestión feminista, ecologista y cultural, por ejemplo sobre la tortura animal y la tauromaquia. Nunca olvidar la calle, a los trabajadores y a los vecinos, que sean el principal referente y al canal de comunicación de la calle con el ayuntamiento. El escenario es otro y hay que mandar obedeciendo.

Txetxu R.G.

Txetxu R.G.

Politólogo y analista político

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