Es para mí un honor que la dirección de este medio de comunicación haya contado conmigo para que os suelte un rollo de vez en cuando. Esperemos que este medio sepa llevar bien esa mezcla de ideas que veo que ya tiene, porque ello es algo que nos dará un medio de comunicación en Pinto verdaderamente libre y abierto a gente de todos los lares. Por lo pronto, con esto que voy a exponer a continuación, sólo quiero hacer una presentación de mis pensamientos actuales, porque creo que si hoy os escribo desde La Voz de Pinto es porque actualmente soy afiliado activo y miembro del Consejo Local de UPyD en Pinto, es decir, se me conoce por mis participaciones en la política local (si eso es una suerte o una desgracia lo dejaremos para otro momento).

España está francamente mal y Pinto, evidentemente, también. Es cierto que vivimos una crisis económica, pero también estamos padeciendo otras crisis, como la política, la social y la de valores; que, sin ser tan tangibles como la primera, afectan de forma notable a nuestra sociedad.

Nos enfrentamos al olvido de lo que verdaderamente significa la palabra “democracia”. El bipartidismo que sufre España, que aunque a “nadie” le guste sigue ahí, ha fulminado una buena parte de lo que yo entiendo como sistema democrático. El poder judicial está manoseado por una serie de partidos políticos que, o bien no saben lo que es la separación de poderes o bien quieren manipularlo. Bueno… También están los que piden una Justicia independiente y que están metidos en el ajo (será que les ha ocurrido como al capitán del Costa Concordia: Se cayeron en una lancha). Tenemos una Constitución que, guste o disguste, debe ser respetada. La cuestión está en que está siendo ensuciada: Los partidos nacionalistas se han propuesto saltársela y el bipartidismo la quiere invariable y si la cambia, lo hace por la puerta de atrás y en 48 horas (legalmente es posible, pero democráticamente es triste). Las libertades individuales, sobre todo a nivel religioso, comienzan a desaparecer cuando desde la educación se quiere imponer un culto específico en las escuelas, alejándonos aún más de un laicismo tan necesario en una sociedad donde la pluralidad está en el ADN. Tenemos una buena parte de los medios de comunicación manipulada y dirigida por caciques, estando al servicio del mejor postor, de tal forma que los programas, las revistas o los periódicos que se arrodillan son recompensados, mientras que los que se muestran contrarios tendrán que vérselas con multitud de obstáculos… Como veis, podemos hablar de democracia sin mencionar los votos. Con esto digo que, sin quitar importancia a los votos, hay otras características de la democracia liberal tan importantes como los votos, pero que, por unas razones, no conviene nombrarlas (por parte del bipartidismo y de algún que otro partido opositor).

Lo que acabo de escribir no es más que un pequeño resumen de lo que está ocurriendo en España, seguramente, a medida que vayamos avanzando con La Voz de Pinto, podremos comentar otros sucesos no menos importantes.

Centrándonos en Pinto: No hablaré de la historia que ha tenido este pueblo desde nuestro primer alcalde hasta hoy, conocida por todos es. Sí urge hablar de la gestión que está haciendo el Partido Popular desde los despachos. El PP llegó al Gobierno de Pinto con un único tema: El tripartito. Y, si sigue igual que hasta hoy, saldrá del Gobierno de Pinto, si sale, hablando del tripartito. Parece que el único argumento que usó el PP para conseguir su preciada mayoría absoluta, al menos era lo que más necesitaba para agitar a las masas, era el tema tripartito. No pueden ser obviados tampoco los errores que cometió el tripartito en la pasada legislatura, sin los cuales el PP no habría podido salirse con la suya. Y aquí estamos. En la actualidad. Dos de los partidos que firmaron la moción de censura han desaparecido de la localidad (o al menos actúan como desparecidos) y en el pleno nos encontramos con una mayoría absolutista del PP, con 12 concejales. La oposición está formada por los cinco concejales del PSOE, 2 concejales del MIA y otros 2 de UPyD. Es decir, la oposición está formada por tres partidos. Al PP, todo le encaja. Que haya una oposición que se oponga a las locuras de un Gobierno cegado y que está claro que vive en una realidad paralela, significa que hay una coalición. Si nos oponemos a que el PP privatice Aserpinto tras desprestigiar a sus trabajadores a través de sus medios y con un proceso convulso, en el cual se usó la apisonadora de la mayoría absoluta, es porque somos un tripartito. Si nos rebelamos contra el Gobierno del PP por despedir a 4 trabajadores del ayuntamiento miserablemente es porque somos un tripartito. Si les decimos que están echando a perder el verde del pueblo y que las calles dan asco, es porque somos un tripartito. Ellos todo lo hacen bien, porque, en su paranoia, se ven legitimados por las personas que les votaron (ahí tenemos un ejemplo de lo que hablaba antes: A muchos les interesa sólo hablar de los votos), aunque estos no tuvieran ni pajolera idea de la que iban a liar (no la tenía ni yo). Hablan del tripartito como si fuéramos la representación del mal o, de forma más gráfica, como si fuéramos la ballena Moby-Dick y ellos el capitán Ahab.

Tras estos dos resúmenes, insultantemente cortos aunque necesarios para poder decir que nos debe deparar, tengo que hacer una observación. La gente está desesperanzada, lo he visto en la calle, lo he visto en casa, lo he visto en la universidad y lo he visto en los rostros de mis familiares. La gente está cabreada y lo he visto en sus palabras. Son legítimos el cabreo y la desesperanza, pero también debemos aprender usar nuestras capacidades constructivas y a llevarlas adelante. Es el momento de aportar. Es el momento de opinar, criticar, quitar lo malo, mantener lo bueno, revolucionar Pinto y España revolucionándonos a nosotros mismos. Desde el parlamentarismo tan desprestigiado es el momento de alzar la voz del radicalismo, de los cambios profundos… Y sobre todo, derrotando este sistema desde dentro, para validar el que está por llegar. Y, todo ello, sin mentir, sin decir que con lo nuevo que vendrá habrá brillo en todas las cosas (no lo habrá), pero sabiendo que lo seguiremos intentando y que algún día, sin lugar a dudas, viviremos mejor que hoy. Estoy seguro.

Ya ha empezado un nuevo curso, aquí está el repaso del tema anterior… Ahora empezamos tema nuevo…

Javier Bedmar

Javier Bedmar

Nací en el 94. Progresista, europeísta y católico. Ingeniero de materiales.
No dejemos nada por imposible y no dejemos de sonreír.

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