Varios colectivos pinteños organizan una concentración por la III República

El próximo sábado, día 16 de abril, varios colectivos pinteños: Ganemos Pinto, Frente Cívico de Pinto, Equo, MIA-Pinto, PCE-Pinto e IU-Pinto, han convocado una concentración por la Tercera República, a las 12 horas en el Parque de El Egido, más concretamente en la zona de los bancos blancos frente a la iglesia.

En esta concentración se hará lectura de un manifiesto preparado para la ocasión, y también de la moción, en defensa de los valores del a II República, recientemente aprobada por el pleno municipal de nuestra localidad.

Los colectivos y partidos políticos convocantes de esta movilización queremos animar al conjunto de la ciudadanía pinteña a participar en esta concentración por la III República.

Manifiesto “Pinto por la Tercera República”

La  proclamación  de la Segunda República Española supuso un vendaval de esperanza para nuestro pueblo.  Se trató, sin ninguna duda, de la plasmación del proyecto de las clases subalternas de nuestro país. Posiblemente por primera vez en nuestra historia no era la oligarquía la que hegemonizaba un proyecto político y social de país, sino que eran los que hasta ese momento no habían tenido otro remedio que obedecer, los que ahora tomaban las riendas de sus destinos y se lanzaban a la apasionante tarea de construir un proyecto en el que el sector mayoritario de la sociedad, las clases populares,  se hicieran las protagonistas de su propia historia.

Este proyecto popular no fue fruto de la genialidad de ningún iluminado ni del maquiavélico plan trazado por un determinado partido político, sino que se  fue gestando a través de múltiples experiencias de auto organización popular, ya fuera en el campo de lo social, lo sindical o lo político. No es posible comprender la génesis de la Segunda República, por ejemplo, sin tener en cuenta al potente movimiento anarcosindicalista, a los ateneos republicanos o a las redes sociales tejidas por el socialismo de la época. La victoria en las Elecciones Municipales de 1.931 no fue otra cosa que el momento en el que todo ese bagaje de experiencias alcanzó la oportunidad de llevar a cabo su tarea histórica.

Reclamar la Tercera República sin reivindicar el legado de la Segunda es algo que no nos podemos permitir.  No es posible abordar la labor de construir un nuevo proyecto, basado en los valores republicanos de libertad, igualdad y fraternidad, si nuestros antecedentes no beben de esa tradición. En unos momentos en los que el llamado “Régimen del 78” es cuestionado por amplias capas de la sociedad, no podemos partir para sustituirlo de una “Transición suplicada” sino de la rica experiencia democrática, social, educativa y cultural de la Segunda Republica.

Para llevar a cabo cambios de gran calado, los pueblos deben reapropiarse de su historia y así, convertirse en protagonistas de ella. Al mismo tiempo que reclamamos el legado de la Segunda República y luchamos contra el revisionismo histórico, debemos rebatir el discurso según el cual fueron las élites del franquismo los actores principales en el cambio de régimen, y poner en primer plano la lucha popular por la democracia, a la vez que reivindicamos también la memoria de todos aquellos que dieron sus vidas en esos días.

Para nosotros luchar por la Tercera República no supone solo hacerlo por un cambio en la forma de estado, cosa que ya supondría un importante avance democrático, pero que no colmaría las aspiraciones populares. El republicanismo en general supone mucho más que eso, Y además tenemos que tener en cuenta que en nuestro país la lucha por la república contiene valores subjetivos especialmente progresistas y emancipadores, como por ejemplo una rigurosa laicidad del estado, y la ausencia de concordatos y privilegios con y para cualquier confesión religiosa.  

Reclamar la Tercera República en nuestro país y en nuestro tiempo supone luchar por la hegemonía de nuestro pueblo, o lo que es lo mismo, por la hegemonía de una mayoría social que necesita de más democracia, de más igualdad y de más justicia social. Es hora de recrear,  abordando un proceso constituyente que culmine en un referéndum en el que los ciudadanos y las ciudadanas decidamos sobre la forma de estado, un proyecto en el que dejen de ser los de siempre los que deciden y se reparten el botín, y en el que el pueblo recupere la soberanía y sea el que decida cuál es su camino. Es hora de recuperar el hilo truncado de la legitimidad democrática y de que los  que somos mayoría seamos los protagonistas en la construcción de un proyecto común de país.

¡Viva la Tercera República!