Opinión

El Régimen se quitó la chaqueta de pana para dejarse coleta

Recuerdo a Pablo Iglesias, en la época en la que era “el coletas comunista”, presentando La Tuerka, Fort Apache y mencionando cómo se emocionaba al ver a un grupo de manifestantes hacer frente a la opresión policial por medio de la acción directa y la fuerza. Yo he de confesar que me emociono aunque seguramente Pablo Iglesias ya no lo haga. Recuerdo a Pablo Iglesias hablar de estrategias leninistas y la conquista, de un modo gramsciano, del sentido común. Recuerdo a Pablo Iglesias hablar de expropiaciones, del NO al pago de la deuda y de la salida del euro. Recuerdo a un Pablo Iglesias COMUNISTA hablar de crisis de Régimen del 78. Pero es sólo eso, un recuerdo…

La crisis de Régimen del 78 es evidente. El politólogo Iglesias junto a sus acólitos dieron en el clavo, antes lo habían hecho analistas como Manolo Monereo, Paco Frutos de IU o Manuel Navarrete, al hablar de crisis de Régimen. Por crisis de Régimen entendemos al agotamiento de las estructuras democráticas del Estado, cambiado parcialmente, surgido de la Transición, la caída de los partidos de Régimen que sustentaban el mismo (PP y PSOE), desconfianza en los grandes medios de comunicación, desconfianza en la patronal y sindicatos, la pérdida de legitimidad de la Constitución del 78 y el agotamiento del discurso de un relato en el que se hablaba de reconciliación nacional, de paz social y del papel de la monarquía. Todo eso se está muriendo.

Sabemos perfectamente que el Régimen no va a permitir que esto ocurra y los poderes fácticos, siendo la gran burguesía española del sector empresarial y bancario los que controlan un sistema totalizador a través de los medios de comunicación, saben que tienen que renovarse o existe el peligro de una posible insurrección. La insurrección por parte de los sectores populares es bastante improbable, ya que el proceso revolucionario sin partidos de clase que sean fuertes y sin sindicatos de clase combativos y enemigos del capital será imposible algo parecido a una revolución.

Así que vemos el Régimen no quiere perder la hegemonía político cultural, así que desde que surgieron las movilizaciones populares, o mejor dicho, movilizaciones más ligadas al sector de las capas medias (que a fin de cuentas son los sectores más reaccionarios y movilizados de la estructura de clases) del 15m tomó noto y repolitizó el panorama mediático con más tertulias políticas siendo éstas el pan de cada día que se retransmitía a través de los medios de comunicación. También no debemos olvidar que el principal motivo de la caída del Régimen del 78 es el hundimiento del mal llamado “partido socialdemócrata”; el PSOE.

No se entiende la historia del último siglo sin el PSOE. El hundimiento del ala electoral “socialdemócrata” que sustentaba el Régimen, o mejor dicho “liberal-social”, hace que un sector de la población, bastante numeroso en la clase obrera y en las capas medias de la misma pierdan la confianza en un partido que llevaba el estandarte de las políticas sociales. Por lo tanto, se rompe la alternancia de PP y PSOE. Pero el Régimen sabe del dicho “renovarse o morir”, posee una capacidad metabólica que le hace asumir reformas populares que reclaman los sectores reivindicativos de la población sin que afecten a su estructura productiva, sin contradecir a la dialéctica capital-trabajo. El mismo Régimen da al PSOE por muerto y toda esa ira popular parece haber sido canalizada por un partido nuevo; PODEMOS.

SÍ, es aquí donde entra en contradicción los planteamientos de Pablo Iglesias y cia. El Régimen se renueva en una época radicalmente diferente aceptando las demandas de la población, un cambio generacional en la monarquía, cambio en los contenidos de los medios de comunicación, cambios en los partidos y sustitución de los mismos. PODEMOS no representa cambio radical alguno, PODEMOS representa al PSOE y una parte del espíritu del PCE en los años 80. Pretende ocupar el papel del PSOE en esta Segunda Transición. La vía populista, con un programa económico de la clásica socialdemocracia del PSOE de los años 80, han hecho que una parte del electorado socialista (nombre erróneo de un partido erróneo) pase a apoyar a PODEMOS porque parecer reencontrarse con las ideas y el espíritu de cambio de esta nueva formación. El Régimen quiere dar la imagen de que teme a PODEMOS, un Régimen que sabe que su discurso por parte de sus diferentes actores políticos y empresariales está agotado. Sabe que si su discurso es contra PODEMOS, una gran parte del electorado de izquierdas votará a PODEMOS. Y lo vemos en el cambio radical de su programa económico.

“¡Que viene PODEMOS, que viene PODEMOS!” gritaba el lobo a las ovejas. El Régimen ha encontrado al partido que salvará al Régimen. La rabia que se sentían en las movilizaciones ha sido canalizada no por más movilización, sino por las esperanzas de un partido, PODEMOS. ¿Qué hubiera pasado si PODEMOS no hubiese aparecido y esa rabia hubiese crecido y estado en las calles? Los disturbios de las últimas marchas nos hubiesen parecido una pelea de chiquillos. A PODEMOS no le preocupa la unión popular, lo ha dejado bastante claro, le preocupa “comerse” al PSOE y ser la alternativa al PP, y con el paso del tiempo, ser la alternancia de PP-PODEMOS.

Quién le iba a decir a Pablo Iglesias que la Segunda Transición del Régimen iba a venir a manos de un excomunista, sin chaqueta de pana y con coleta. No se asusten, que Botín no está asustado

Txetxu R.G.

Txetxu R.G.

Politólogo y analista político

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2 Comments

  1. Alberto Lias
    2 marzo, 2015 at 11:58

    Imposible estar más de acuerdo. Un placer leerte.

  2. Pintogrado
    17 febrero, 2015 at 08:22

    Gran artículo, y una gran explicación de lo que es PODEMOS y lo que “supondrá” en un futuro su incursión en la política actual.