Pinto-Valle del Tessaut: Bicis para la Vida, un proyecto solidario que traspasa fronteras

• El proyecto Bicis para la Vida by ŠKODA ha vuelto a cruzar fronteras y llega hasta las aldeas del Alto Atlas Marroquí

Tras unos años complicados por la pandemia, el proyecto Bicis para la Vida by ŠKODA de la Fundación Alberto Contador retoma su actividad solidaria fuera de España. Una tarea que, por muy bonita que sea, no es nada sencilla. Hasta llegar al momento de la entrega, el camino ha sido largo y, en ocasiones, bastante difícil. Y no solo por la orografía, sino especialmente por los largos y complejos trámites burocráticos.

“Ha sido una experiencia increíble que te hace pensar mucho. Viajas a una realidad totalmente diferente en la que lo minúsculo, lo que puede pasar desapercibido en nuestra sociedad, aquí se valora de una manera impresionante. Es bonito ver como en Azzarzan, donde ya se hizo una donación hace unos años, las bicis están muy bien gestionadas, son un bien del pueblo y todos las cuidan y las emplean para cometidos que son un bien común para todos…. Y ver a los niños te impacta, te llega al corazón, te emociona”. Alberto Contador.

Todo comienza en julio, cuando un equipo de la Fundación se desplazó a las aldeas del Valle del Tessaut. Allí se realizaron los primeros contactos gracias a Hafid El Rhadiouini, el interlocutor de Bicis para la Vida en territorio marroquí.

ŠKODA, la Fundación SEUR, la AMP Pinto y el Hotel Sercotel Princesa de Éboli se unieron al proyecto para aportar su granito de arena en esta iniciativa de la Fundación.

Durante todo el año, las bicicletas donadas se revisan y reparan en una nave de Pinto. Todos los lunes, los chicos de la AMP de Pinto ayudan a poner a punto las últimas donaciones recibidas con auténtico entusiasmo y compromiso.

El pasado 2 de noviembre comienza la puesta en marcha. Miembros de la AMP de Pinto junto con Ángel López-Ortega, responsable de logística de Bicis para la Vida, terminaron con la puesta a punto y procedieron a la carga de casi cuatro decenas de bicis que el proyecto iba a repartir en días posteriores en Marruecos. Mario Sánchez, técnico de la AMP y dos de los miembros de la asociación también formaron parte del equipo que posteriormente se desplazaría al Alto Atlas.

¡Por fin llegó el día! El 4 de noviembre la expedición de Bicis para la Vida by ŠKODA comenzó su andadura por carretera hasta Algeciras para embarcar hasta Ceuta, cruzar la frontera e iniciar un viaje hasta Marrakech. Desde allí la comitiva se desplazaría hasta Tagulast.

Tras un largo viaje, lleno de peripecias, experiencias y con algún que otro tropiezo burocrático que finalmente pudo ser solventado, la expedición del proyecto Bicis para la Vida by ŠKODA, que en esta ocasión iba encabeza el propio Alberto Contador, llegó hasta el Valle del Tessaut para acometer diversas entregas de material en varias aldeas de una zona muy montañosa.

Durante las dos  jornadas siguientes el equipo se desplazó a diferentes localizaciones previamente supervisadas por Hafid El Rhadiouini, enlace de Bicis para la Vida by ŠKODA en territorio marroquí y encargado de supervisar el estado y el buen uso de las donaciones. Entornos montañosos duros, rutas sinuosas y complejas no impidieron que las bicis llegaran a su destino: Azzarzan, Ifoulou y TasseInte.

Paco Romero, responsable del Área Social de la Fundación Contador, señala: “Esta iniciativa es ilusión. Y esta es la palabra que define Bicis para la Vida. Ilusión por las caras de los niños, ilusión por la reacción de la gente, ilusión por la pasión de los chicos de la AMP, ilusión por todo lo que conlleva a nivel de preparativos… No es fácil, surgen mil problemas y otros tantos por el camino, pero la ilusión es más poderosa y siempre todo encuentra solución»

El 7 de noviembre, las 35 bicicletas recibidas como donación de diferentes particulares, llegaron a su destino. Hasta 26 bicicletas fueron entregadas en la aldea de TasseInte, otras 8 se quedaron en una asociación vecinal creada en Ifoulou para su gestión y una última, muy especial, se quedó en Azzarzan para ayudar a un niño con diversidad intelectual.

Desde La Voz de Pinto podemos afirmar que todo lo que os hemos contado no solo es cierto, sino que en ocasiones se queda corto. Un miembro de nuestro equipo, Susana Guindo, tuvo la oportunidad de acompañarlos en este viaje solidario, complicado y emotivo y vivir en primera persona esta gran experiencia.

“Realmente ha supuesto una experiencia única, imposible de olvidar. Cada minuto del viaje ha sido increíble, intenso, a veces duro y complicado pero sobre todo, ha sido mágico. Las sonrisas de los niños, la hospitalidad de la gente y el gran equipo que lo hizo posible, hacen que merezcan la pena vivirlo”