Opinión

¡Forza Pinto!

Que el Atlético de Pinto ha sido a lo largo de su historia un club fuertemente influenciado por la política, pues a nadie le debería sorprender ya a estas alturas.
Que ha sido reducto de representantes políticos, del gobierno y la oposición, lugar de encuentro donde dichos representantes se daban cita, caladero donde muchos de ellos fondeaban para tratar de pescar la cuota de votos que estimaran oportuna, pues tampoco debería sorprendernos.

Este Club, el Club Atlético de Pinto, amado y denostado, que ha recibido ayudas por parte de los diferentes gobiernos, ayudas de promoción al deporte, incentivación al ascenso, material y económicamente, ha dependido de la relación que ha existido entre las diferentes directivas que se han sucedido a lo largo del tiempo, y la afinidad política de éstas para con los gobiernos de turno.
Ha vivido momentos de esplendor, de gloria, llegando incluso a tocar con la punta de las botas el ascenso a segunda B. Pero también ha tenido momentos de crisis, y éste, el que vive en la actualidad, es uno de ellos.

Iván Villar

Hay una máxima en la vida, una de tantas, y es que donde la política mete sus manos, ya sea agrupación, asociación o club, lo pudre seguro, lo contamina y acaba con ello.
Atrás quedaron aquellos días en los que los políticos, de uno u otro signo, abarrotaban el palco de autoridades, segregados por clases, apartados del pueblo, sin cobrar conciencia, quizá, de que el motivo por el cual acudía el pueblo al estadio era para ver a su equipo, a disfrutar del fútbol, y no para verlos a ellos.

Ahora, en estos tiempos de crisis, en medio de la disputa abierta entre el actual equipo de gobierno y la nueva directiva por la posesión de los terrenos, el equipo y los aficionados no pueden permanecer ajenos. Rumores de desahucio, tras la sentencia que determina que los terrenos pertenecen al Ayuntamiento de Pinto, han desestabilizado a los jugadores y al equipo técnico, a los que lo único que importa es poder seguir jugando al fútbol representando los colores del equipo al que sirven, un club con más de 50 años de historia, el Club Atlético de Pinto.

A vosotros va dedicado este humilde reconocimiento, a los jugadores, al equipo técnico y a los vecinos de Pinto, quienes, en el peor de los momentos, y haciendo alarde de los valores que el deporte les infundió, han decidido luchar, sobreponerse a los avatares que la política les ha dispensado, y jugar al fútbol, para el deleite de su afición, ni de la directiva ni de la clase política, sino de su afición, que es a quiénes realmente se deben.

¡¡¡FORZA PINTO, POR SIEMPRE JAMÁS!!!

Jorge Magro

Jorge Magro

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